El nombre de Gonzalo García está en boca de todos este miércoles. El delantero del Castilla es la principal novedad en el debut de Xabi Alonso como entrenador, sustituyendo, nada más y nada menos, que a Kylian Mbappé, que atraviesa un proceso febril.
Ya fue el héroe inesperado que clasificó al Real Madrid para las semifinales de la Copa del Rey con un gol al Leganés en el descuento. El delantero del Castilla ha sido la gran noticia del filial este curso, anotando 25 goles en 36 partidos en 1ª RFEF. Gonzalo es un chaval de 20 años con las ideas claras, como desveló su profesora Silvia Leal en la ‘Cadena Ser’, donde cursa el grado de ADE y Business Analytics en la Universidad de Villanueva: “Tiene claro que no solo está el deporte, sino que necesita unos estudios”.
“Es muy buen estudiante, está sacando la carrera año a año y sus compañeros lo adoran. No tiene casi ningún defecto”, aseguró, y agregó: “No es una carrera fácil y la parte del análisis de negocios tiene asignaturas realmente complicadas”, subraya, y aprovecha para mandarle un recado a Ancelotti: “¡Por supuesto que tiene que jugar unos minutos ante el At. Madrid! ¡Cómo no!”, aseguró. Y da un dato más de la personalidad del delantero. Cuando fue convocado por Ancelotti para jugar en Anfield ante el Liverpool le mandó un correo electrónico para justificar que no podía asistir a clase.
Un canterano más
Llegó al Real Madrid con 10 años para jugar en el Alevín B. Subió peldaños hasta que en el 2018 su padre se trasladó a Mallorca por trabajo y se llevó a toda la familia, incluido Gonzalo, que jugó cedido en el cadete del club bermellón donde hizo una buena temporada. Pero decidió regresar al Madrid al año siguiente para vivir con su abuela, mientras su familia seguía instalada en Mallorca. Se reenganchó en cadetes hasta llegar al Castilla, donde es el referente del equipo entrenado por Raúl.
Durante la temporada vivió su primera gran noche ante el Leganés. Fue uno más de los ocho canteranos que Ancelotti llamó para completar una convocatoria por falta de jugadores, unos lesionados y otros de descanso. No entraba en los esquemas del italiano, que pese a la baja de Mbappé, tenía cubierta la línea de ataque con Vinicius, Rodrygo, Brahim y Endrick. Sin embargo, las circunstancias llevaron al técnico a ponerlo tras quitar a Rodrygo en el descanso y poner a Vinicius y con un Endrick agotado por la falta de ritmo y continuidad de un jugador que elige a “Mbappé como referente”.
Complicidad con Brahim
Gonzalo ya había debutado ante el Salzburgo. Cuando salió el resultado estaba cerrado (5-1) y apenas tuvo protagonismo. Sin embargo, en Leganés necesitaban sus goles y emergió en el último minuto para marcar de cabeza a pase de Brahim. “Le había dicho en la jugada anterior que me la pusiera en el área que iba a estar ahí…”, desveló el jugador tras el partido. Y ahí estuvo para decidir la eliminatoria con un regate limpio y contundente.
“Es un cúmulo de emociones que no sé ni que pensar. Es el sueño que tenía desde pequeño, estoy más que feliz por lo que significa. Sabía que el partido estaba trabado, que iban a llegar centros, balones parados, sabía que tenía que estar en el área por cualquier balón que pudiera pasar”, agregó, para dejar claro que creía en que tendría su oportunidad. Gonzalo confiaba en aquel momento en no ser uno de esos héroes efímeros de la cantera que desde la nada aparecieron en algún momento para su vivir su minuto de gloria. Qué madridista no recuerda a Portillo, que marcó un gol en Dortmund camino de la ‘Décima’.
El canterano de momento parte como una pieza con la que Xabi Alonso cuenta. La oportunidad de la titularidad le ha llegado en un momento importante. El Mundial de Clubes puede marcar su futuro más próximo y su participación bajo las órdenes del nuevo entrenador blanco.
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